A muchos de nosotros nos gustaría despertar una mañana y descubrir que seguimos inmersos en la rutina diaria de la misma manera que sucedía antes de la irrupción del SARS-CoV-2 y salir a la calle como si nada. Llevamos confinados en casa 6 semanas, 6 semanas que han servido para ganar terreno a un virus desde un punto de vista básicamente logístico, ya que la idea principal del confinamiento era evitar el famoso colapso sanitario. Hasta ahí todo correcto, pero el mensaje más importante, sigue sin llegar a la gente.

No, no es una pesadilla, el virus no va a desaparecer cuando abras los ojos mañana en la mañana ni dentro de un mes, ni dentro de 3, es probable que esté con nosotros mucho más tiempo del que a priori habíamos imaginado, y por lo tanto la exposición al mismo está prácticamente asegurada, entonces ¿por qué no nos preparamos para que nuestro cuerpo luche de manera más efectiva contra él? ¿Por qué la mayoría de personas en lugar de aprovechar el tiempo en fortalecer su sistema inmune sabiendo que tarde o temprano estará en contacto con el virus, está desaprovechando un valioso tiempo para paliar los efectos negativos del mismo?

Sin un tratamiento o fármacos específicos y, sin una vacuna en los próximos meses, la única defensa que tiene nuestro organismo frente al coronavirus es el sistema inmunológico.

Creo que el problema viene por dos lados; En primer lugar, no se está dando importancia que tiene la respuesta autoinmune de cada uno de nosotros frente a los patógenos y se ponen todas las esperanzas en una supuesta vacuna que en el mejor de los casos, tardará en llegar más de un año. Y en segundo lugar, todavía hay gente que piensa erróneamente que en unas semanas acabará todo y y volveremos a la normalidad. En ambos casos el error es mayúsculo.

No existen alimentos ni suplementos que eviten coger o curar el coronavirus, pero si existen alimentos y pautas saludables que pueden ayudar a luchar contra los efectos nocivos que puede acarrear el virus.

De cómo responda nuestro sistema inmune a la infección, dependerán en gran medida los resultados: podremos sufrir desde síntomas leves como tos seca, dolor de garganta, cansancio y fiebre, síntomas severos como neumonía y problemas respiratorios agudos, hasta fallo multiorgánico y muerte.

 

No vamos a estar en casa eternamente huyendo de algo que al final te acabará encontrando, realizar ejercicio físico, una dieta saludable, dormir al menos 7.5 horas, evitar el estrés, el alcohol, el tabaco y otras sustancias tóxicas, es de vital importancia para mantener el sistema inmune optimizado, y por lo tanto, es absolutamente necesario para minimizar un futuro impacto negativo.

ES TIEMPO DE ACTUAR AHORA.

Jose Andrés San Benito