Actualmente con el boom del entrenamiento funcional y la gran cantidad de propuestas de métodologias de trabajo dirigidas hacia un entrenamiento más dinámico, las maquinas de la sala de fitness cada vez van perdiendo mas adeptos y poco a poco van quedando replegadas a un segundo plano.

De hecho muchos centros deportivos, ni siquiera se plantean su uso alegando de que las mismas carecen de funcionalidad, por lo que son reemplazadas por otros materiales como barras, discos, kettlbells etc.

Pero para poder analizar cual es realmente el beneficio de estas máquinas dentro de un programa de entrenamieto, tenemos que retroceder a las bases y dar a conocer unos cuantos conceptos básicos.

Si tu intención es el aumento de la fuerza y la masa muscular, lo primero en lo que tienes que enfocarte, a parte de la técnica, es el volumen de trabajo (cantidad de kilos acumulados en una semana). El volumen debe ir aumentando gradualmente y será lo que te dará esa mejora de la masa muscular y como consecuencia una mejora de la fuerza.

El problema vendrá cuando aparezca la fatiga, ya que mientras más volumen seas capaz de acumular, mas fatiga estarás generando, afectando a la mejora de tu rendimiento. 

Y es justamente en este punto donde las maquinas de Fitness pueden ser de gran utilidad, ya que las mismas te permitirán mantener un volumen de trabajo relativamente elevado, reduciendo los niveles de fatiga. 

El trabajo sobre la mejora de los patrones de movimientos fundamentales, y el desarrollo de la fuerza en base a ellos, es algo básico e innegociable en cualquier plan de entrenamiento, con el objetivo que sea.

Pero al aumentar nuestra experiencia en el trabajo de fuerza, también debe hacerlo el volumen de trabajo. Y el trabajo de fuerza sobre esos patrones básicos, nos generarán una buena carga de fatiga, la cual debemos controlar, no solo para llegar con éxito a nuestro objetivo, sino también para disfrutar en el camino hacia conseguirlo.

He aquí la utilidad de las maquinas, ya que nos permitirán acumular un mayor volumen de trabajo, pudiendo mantener una intensidad adecuada (<5 RPE), reduciendo el riesgo de cometer fallos técnicos, producidos por un exceso de fatiga.

Además de eso nos permitirán trabajar sobre otro tipo de fibras musculares, generando así una mayor posibilidad de desarrollo de las mismas, a la vez que nuestras articulaciones sufren un desgaste mucho menor.

En personas con poca experiencia, si el objetivo es el aumento de fuerza y masa muscular. Las máquinas de fitness, pueden ser grandes aliadas a la hora de generar autonomía, de forma segura y garantizando unos niveles de estímulo óptimos.

Cada herramienta tiene su utilización dentro de un programa, la clave en saber con quien, como y cuando introducir cada una de ellas. Constantemente caemos en el error de dejarnos llevar por tendencias, las cuales nos arrastran como ciegos.

El dominio de las bases y los principios básicos del entrenamiento, permitirán elegir ¿cuando? utilizar cada herramienta, y sobre todo ¿con quién? utilizarla.

Jesús Ochoa Silva.