Nuestros pies son una maravillosa obra de ingeniería que nos ayuda a generar interacción de nuestro cuerpo con el entorno que nos rodea a través del suelo. Compuesto por 33 articulaciones, 26 huesos y mas de 100 tendones, los mismos poseen la capacidad de adaptarse a cualquier terreno y suministrar gran cantidad de información a nuestro sistema nervioso central, para generar movimiento.

 

Al ser el primer punto de contacto con el suelo, será una pieza clave en cuanto al funcionamiento de otras estructuras como las rodillas y las caderas. Ya que según su posicionamiento favorecerá o nó, al alineamiento articular, la transmisión y absorción de fuerzas desde el suelo hacia arriba.

Pie, alineamiento articular y transmisión de fuerzas.

Uno de los principales objetivos de entrenar el pie, es mejorar nuestra relación con el entorno, es decir mejorar nuestra relación con el suelo. De manera que nos anticipemos a los impactos y generemos estabilidad de forma rápida (estabilidad refleja), a través de la mejora de nuestros mecanismos propioceptores.

 

Favorecer esta estabilización nos ayudará a generar una mejor transmisión de fuerzas, optimizando la energía y haciéndonos más eficientes, a la vez que reducimos el impacto articular en otras estructuras.

 

Todo esto resulta de gran importancia, no solo en deportes sino también en acciones de la vida diaria.

Nuestros pies en la actualidad.

Seguramente a ti al igual que a mi, te gusta el calzado deportivo (en mi colección tengo mas de 40 y tantos pares) y en el caso de algunas chicas seguramente los zapatos también sean un bien bastante codiciado. Y lo cierto es que el uso del mismo no es tan beneficiosos como muchos creen.

 

Nos han vendido durante años la idea del confort y la amortiguación, llevando a nuestros pies a un punto en el cual se han vuelto totalmente vagos, dejándolos totalmente de lado y en muchos casos modificando su forma y función.

El principio SAID (Specific Adaptation to imposed demands) afirma que el cuerpo humano se adapta específicamente a las demandas impuestas, lo que puede explicar parte del ¿por que? es común encontrarnos con pies cuyos dedos están prácticamente juntos, o con una movilidad muy limitada en el dedo gordo (hallux), movilidad reducida del tobillo o incluso con pies en los cuales es inexistente el arco plantar, debido al uso excesivo de un calzado convencional.

 

También es importante tener en cuenta que el entorno en el que nos desenvolvemos (tipos de terreno, luz, temperatura, sonidos, olores, etc) nos envía información constantemente y que dicha información es la que hace que nuestro cuerpo reaccione de alguna u otra forma a través de nuestros elementos propioceptores.

Al encerrar nuestros pies dentro de una zapatilla cargada de amortiguación y sugesión estamos desaprovechando gran parte de esa información y estamos favoreciendo a una adaptación que favorece muy poco a la eficiencia del movimiento humano.

 

«No te estoy pidiendo que tires a la basura todo tu calzado, simplemente te pido que seas consciente y dediques un poco de tiempo al cuidado de tus pies.»

¿Cómo puedes empezar a cuidar tus pies?

A continuación te dejare una pequeña propuesta que te ayudará a ir tomando poco a poco el control sobre tus pies, y cuyos ejercicios realizados habitualmente durante unos pocos minutos al dia te ayudarán a liberar todo su potencial.

Movilidad.

Nuestros pies deben tener la capacidad de adaptarse a cualquier terreno, (de ahí que posean 33 articulaciones) y para ello deben tener la capacidad de moverse libremente sin limitaciones: El restaurar la movilidad nos favorecerá a un mejor centramiento articular y por ende una mayor estabilidad.

 

Puedes realizar cada uno de estos movimientos durante 1 minuto por cada pie, o el tiempo que creas conveniente (puedes incluso realizarlo menos tiempo pero unas cuantas veces al día): En realidad lo único importante es que saques un poco de tiempo al dia y prestes atención a tus pies.

 

Integración.

Si compararamos esta propuesta de ejercicio con un ordenador, podriamos decir que el trabajo anterior de movilidad, estaría relaciónado con el hardware de nuestro cuerpo.

Por lo que dicho trabajo debe integrarse perfectamente al software (que en este caso será nuestro sistema nervioso), mediante tareas o ejercicios en los que se impliquen mas zonas y en las cuales se enfatice mucho más en control y la ejecución.

Por ello aqui tienes dos propuestas para integrar el hardware y el sofware, para que de esta forma tu sistema nervioso asimile la información y puedas empezar a retomar de una vez el control de tus pies.

 

Conclusiones.

Tus pies son un bien muy preciado y estan muy por encima de cualquier calzado (por más tecnologia que lleve).

Ademas de poseer una gran influencia a nivel biomecanico, en cuanto al correcto funcionamiento de todo nuestro cuerpo al movernos, tambien estan constantemente transmitiendo información a nuestro cerebro.

Conocer tus pies y trabajarlos, te permitirá conocerte más a ti mismo y te ayudará a aumentar tu rendimiento en cualquier actividad que realices.

En caso de practicar algun deporte como el running toda la propuesta anterior te será de gran ayuda.

Jesús Ochoa Silva