Cuando conocí a Jose y a Jesús, mi vida cambio por completo.

He pasado de visitar con mucha frecuencia a neurólogos, traumatólogos y unidades del dolor, a ir una vez al año…unicamente a saludarles. Gracias de todo corazon chicos, por lo que habeis hecho por mi.

Os quiero un montón.

Conchi Ramos Perez.